Mercedes, que ya es una experta, después de varios cursos que lleva en el taller, nos ha sorprendido con su nuevo trabajo. Su comedor le resultaba aburrido y quería una transformación total. La mesa barnizada en color cerezo se recubrió con friso de pino, encolando al tablero,que lo pinto con chalk paint en varios colores envejecidos.

 

Sobre el friso, colocó varias imágenes antiguas con la técnica del transfer. Se protegió con barniz acrílico mate. A las patas le dio una pintura sintética de hierro color negro.

¡Una obra maestra!

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