Hoy os mostramos una metamorfosis radical tas el proceso de restauración de esta silla.
Como podéis ver en las fotografías, el estado de deterioro de la silla era bastante grave.
No sólo restauramos el barniz y la tapicería, sino que la estructura, también estaba bastante dañada.
Para empezar este proceso de restauración, comenzamos quitando la tapicería vieja la silla. De esta manera trabajamos de una forma limpia y despejada los demás procesos de restauración.
En la galería de fotos, podéis ver cómo era la torta antigua, de crin de caballo y paja. Estos dos materiales orgánicos eran muy comunes antiguamente.
Eliminada toda la tapicería, tenemos que retirar ahora todo el barniz antiguo. Este proceso de decapado lo hicimos con cristal, cuchillas y por supuesto papel de lija. En ningún caso usamos máquinas lijadoras, ya que dañan la madera muchísimo. Siempre lijamos y decapamos a mano, respetando la dirección de la veta de la madera.
Una vez decapada y con la madera desnuda, toca la restauración de la estructura. Todas aquellas partes que se encuentren sueltas, son desprendidas por completo de la estructura. Estas partes desencoladas son limpiadas exhaustivamente y encoladas de nuevo. Con ayuda de flejes y gatos se prensan las uniones con el pegamento nuevo.
Cuando ya tenemos la estructura compacta y robusta, llega el momento de restaurar el barniz. Para ello utilizamos gomalaca, que, tras 8 capas de este barniz, conseguimos devolver el esplendor a la madera. También devolvemos la policromía, verde turquesa, a las tallas.
Tas todos estos procesos de restauración, nos toca ahora tapizar. Grapamos las cinchas elásticas contrapeadas y quemamos los bordes para que no se deshilachen. Ponemos dos planchas de gomaespuma de 3cm cada una de ellas. La gomaespuma interna, es más densa para dar cuerpo, y la más externa, es más suave para que sea más cómoda.
Tras las dos capas de gomaespuma, ponemos una capa de retor y otra de muletón, para hacer la torta lo más compacta y cómoda posible.
Finalmente, ponemos la tela de tapicería, que, en este caso, es una piel de melocotón lavable y de color verde agua.
El resultado de esta restauración, como podéis comprobar en las fotografías, es radical y espectacular.
Pero no queda aquí el proceso de restauración ya que en el curso de restauración del taller, hemos recibido la coqueta, espejo, armario y mesilla a juego con la silla.
¡Todo un cambio radical!
Galería
¿Te ha gustado el trabajo de nuestra alumna?