broche de porcelana con forma de amapo

Hoy os mostramos este espectacular broche de dos piezas que ha realizado nuestra alumna Bea en el curso de cerámica de Taller Estuco.

Se trata de una preciosa amapola que Bea ha modelado en porcelana fina, un material que debido a su alta plasticidad nos permite trabajarla muy muy fina para hacer estos espectaculares pétalos que parecen de verdad.

Primeramente, Bea fue modelando cada uno de los pétalos por separado, lo hizo sobre un tejido de hilo de algodón ya que controla estupendamente la humedad de la porcelana.

Es importante hacerlo de esta forma, la tela de algodón absorbe el exceso de humedad de la porcelana para poder trabajarla más fácilmente y si la pasta cerámica se seca en exceso el propio tejido, ya hidratado, le aporta la humedad necesaria para modelarla sin que se agriete.

En todo momento la tela regula la humedad de la porcelana tanto por exceso como por defecto, por eso es necesario trabajarla así si nuestro modelado requiere piezas muy finas y delicadas.

Una vez terminado el modelado, debemos dejar secar bien la porcelana, en éste momento es indispensable cubrirla con una bolsa de plástico, ¿por qué hacemos esto? Muy fácil, en el proceso de secado de la porcelana, y de toda pieza de cerámica en general, se produce una merma muy grande de volumen ya que se evapora gran cantidad de agua, si la pieza se seca muy rápidamente la merma es igual de rápida lo que produce grietas y roturas en las partes más finas, por esta razón si secamos la pieza lentamente no correremos ningún peligro.

Una vez seca, llega el momento de bizcocharla, un bizcocho cerámico es la cocción a baja temperatura a la que se somete una pieza para posteriormente ser esmaltada. Este bizcocho evapora el agua química de la porcelana y cierra el poro para poder ser esmaltada con facilidad.

Cuando sacamos la pieza del horno tras esta primera cocción llega el momento de esmaltarla, para lo que Bea ha escogido un precioso esmalte rojo muy vivo, casi metálico, hecho con una base de cristal, este esmalte no solo es precioso, sino que su cobertura refuerza la frágil porcelana haciéndola más resistente frente a las roturas. Solo nos queda volver a meter la amapola en el horno y esperar las 24 horas que dura el proceso de cocción y enfriado.

Ya tenemos nuestra amapola y para transformarla en el broche que queremos conseguir, le pegamos con una resina de dos componentes el imperdible para prenderla en l ropa, usamos este tipo de pegamento porque es lo más resistente, es lo que en el mercado se conoce como superpegamentos, ¡irrompible!

Esperamos que os guste esta preciosa pieza de porcelana que ha hecho con todo su esmero nuestra alumna Bea.

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