cuencos y plato de cerámica clases de cerámica

¿Qué es un taller de cerámica sin hacer vajillas impresionantes?

En esta ocasión os contamos cómo hemos hecho esta preciosa vajilla.

Para empezar, tenemos que decir que todos los platos y cuencos están hechos y modelados a mano.

La cerámica artística se caracteriza por la elaboración artesanal sin moldes.

Todo está hecho a mano desde cero en nuestro taller de cerámica.

Os contamos paso a paso cómo hemos hecho estos platos de cerámica.

Comenzamos haciendo planchas a 0,5 cm de grosor. Con esto nos aseguramos que no sean pesados y resistentes al manejo diario.

La plancha la extendemos con un rodillo sobre u tejido algo elástico y nos ayudamos con guías de madera para conseguir un grosor uniforme.

Una vez hecha la plancha cortamos la forma deseada y pulimos los bordes con un pincel humedecido en agua.

Sellamos el plato con nuestra firma y la numeración pertinente de la serie.

Colocamos la plancha en una preforma de escayola para que nos dé la forma cóncava del plato. Si es un plato hondo la preforma que usaremos será más cóncava mientras que si se trata de un plato llano dicha preforma será más plana.

Una vez seco el plato lo limamos bien con lana de acero para pulir, afinar y dejar perfectos los bordes.

Cocemos nuestro plato de cerámica a 980 grados. Esta primera cocción se denomina bizcocho y prepara la pasta cerámica para su posterior esmaltado.

Al sacar la vajilla de cerámica ya bizcochada del horno, es imprescindible lavarla bien para eliminar los residuos resultantes de esta primera cocción.

Lavando lo platos antes de pintarlos nos aseguramos de que el esmalte quede liso y perfecto.

Para decorar hemos elegido un esmalte crudo, natural, en el exterior de los platos. Lo hemos hecho con esmalte transparente (color crudo) espolvoreado a modo de lluvia con un esmalte blanco óptico.

Para el interior de los platos, nos hemos decantado por un verde agua, muy clarito y agradable. La textura es satinada, ni brillante ni mate, un verde especial en una textura intermedia muy elegante.

Sometemos las piezas de nuestra vajilla de cerámica a una última cocción para fundir los esmaltes.

Esta cocción la hacemos a 1150 grados, la temperatura ideal para obtener un resultado estupendo.

Una vez cocida ya tenemos lista nuestra vajilla de cerámica hecha a mano enteramente para nuestro gusto y disfrute.

Además, es importante decir que estas vajillas hechas en nuestro taller de cerámica son aptas tanto para lavavajillas como para horno y microondas.

¡Todo un lujo al alcance de cualquiera!

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