cuencos de porcelana clases de cerámica madrid

Cerámica para ocasiones especiales, y qué más especial que brindar con estos recipientes de sake, una maravilla hecha por nuestra alumna Flor Chen.

Flor, alumna de nuestras clases de cerámica, ha modelado y esmaltado enteramente a mano estos chupitos.

La pasta cerámica que ha utilizado es porcelana extra blanca, ha elegido este material ya que los esmaltes lucen más brillantes una vez horneados.

Los esmaltes de cerámica tienen mucha transparencia, es por esto que, cuanto más claro sea el color de fondo, más vibrantes van a quedar los colores.

Nuestra alumna del taller de cerámica ha modelado a mano cada uno de los recipientes, sin uno de torno ni moldes.

Modelando a mano conseguimos un acabado natural y orgánico único, donde podemos ver la firma de sus manos en cada pieza.

Una vez modelados y secos los ha limado y pulido con lana fina de acero, este proceso lo hacemos en seco y nos da un resultado fino y delicado.

Pasamos a la primera cocción de los vasos de sake, este primer fuego se denomina en cerámica como bizcocho y se hace a una temperatura de 980 grados

Tras el bizcochado llega el momento de esmaltar, pero antes tenemos que lavarlos muy bien con agua corriente.

Lavar las piezas bizcochadas antes de esmaltarlas es crucial ya que hay que eliminar el residuo de carbonato de calcio.

Este residuo resultante del primer fuego puede dar lugar a rechupados y malformaciones en el esmalte si se aplica encima de este polvo.

Los colores que Flor ha elegido para el interior son el esmalte azul turquesa, totalmente transparente y con un color muy vivo y brillante.

Para matizar este esmalte ha querido darle una vuelta espolvoreando otro esmalte blanco encima a modo de moteado.

En cuanto al exterior ha combinado otros dos esmaltes, por una parte y como base un esmalte blanco mate con textura de seda y como toque especial un esmalte rosa irisado que chorrea sobre el mate. Todo un alarde de experiencia en nuestro curso de cerámica.

Llega el momento de la última cocción y lo hacemos esta vez a una temperatura superior para curar bien los esmaltes.

Tras el segundo fuego a 1200 grados tenemos listos nuestros vasos de sake, una joya que Flor Chen ha trabajado, para nuestro orgullo, en nuestro taller de cerámica.

Deseando estrenarlos con un buen coctel de sake de los que abandera Flor.

Por mi parte, como profesor del taller de cerámica, tengo que decir que es un lujo y un orgullo tener en mis clases a alumnos como Flor.

Brindemos entonces por un sinfín de maravillas que están por salir de nuestro horno de cerámica.

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