Hoy os mostramos un trabajo de uno de nuestros alumnos del curso de cerámica de Taller Estuco, se trata de dos preciosos maceteros para cactus en un material cerámico muy, muy especial.

El barro que hemos sutilizado para modelar estos maceteros es una pasta autobarnizable que se utilizaba ya en la edad media. Se llama barro de bronce y debe su nombre a que mezclado con el barro, el sílice y el caolín, que componen principalmente todas las pastas cerámicas, a éste se le añaden además cargas de bronce lo que le da ese aspecto final tan especial.

Aparentemente el barro es como todos los demás, una pasta de modelado beige con alguna tonalidad rosada pero la sorpresa viene cuando comienza a secarse, pero vamos a ir paso a paso, en primer lugar debemos saber que la manipulación de esta pasta debe ser diferente a las demás si queremos unos resultados óptimos.

Lo ideal es trabajarla con guantes, no porque su composición sea dañina para la piel de nuestras manos, es justo al revés, la grasa de nuestros dedos altera el resultado de la cerámica ya que inhibe que los óxidos de los metales que contiene salgan al exterior en el proceso de secado, por esta razón es importante el uso de guantes y el modelado con palillos de madera. De esta manera nos aseguramos que la composición del material permanezca inalterable.

Poco a poco la pieza irá perdiendo humedad y es cuando comenzamos a ver la primera transformación de nuestra pieza, durante este proceso el cambio de color del modelado experimenta notables variaciones en la pigmentación ya que el metal que contiene se oxida en contacto con el aire y dicho óxido emerge a la superficie en forma de polvillo que se deposita por toda la superficie de la pieza.

Esta capa de polvo de óxido es lo que en el horno se funde para dar lugar a unos espectaculares tonos bronce que en algunos casos se quema produciendo tonos pardos e incluso morados y en otras puede llegar a dar colores cobrizos y dorados

Es muy importante no manipular la pieza una vez seca ya que donde se roce perderá el polvo de óxido que le da los efectos metalizados, por ello lo más recomendable es dejarla secar sobre la bandeja de horno en la que se va a cocer o, con un poco más de riesgo, tratar de manipularla tocando únicamente la base de la pieza.

La temperatura ideal para cocer esta pasta cerámica está entre los 1000 y 1150 grados.

Esperamos que os haya gustado este artículo y si os apetece descubrir más secretos sobre esta pasta autobarnizable de bronce ya sabéis, pasaros por nuestro taller de cerámica!

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