clases cerámica taller estuco

No pueden faltar las maravillosas meninas de cerámica, por esa razón, hoy os mostramos, cómo hemos hecho esta preciosa menina en el taller de cerámica.

Como ya sabéis, en las clases de cerámica que damos en nuestro taller, cada alumno, desarrolla el proyecto personal que más le apetezca, y por supuesto, los diseños y decoración cerámica con esmaltes, es elegida por ellos mismos siempre.

Esta menina, que ha hecho en el taller de cerámica uno de nuestros alumnos, está modelada en barro albino blanco.

Una pasta de modelar estupenda para ser esmaltada, ya que el color blanco de base, hace que los esmaltes cerámicos se vean muy vivos.

Es muy importante la elección de la pasta con la que vamos a modelar, ya que cada una de ellas, tiene unas cualidades que os pueden beneficiar, para potenciar los resultados que queramos obtener

Por ejemplo, si deseamos unos colores muy nítidos y vivos, lo mejor es utilizar una base de barro blanco, ya que ayudará a potenciar el color de los esmaltes, que siempre tienen una ligera transparencia.

Todos estos trucos y muchísimos más, os los explicamos todos en las clases de cerámica.

Modelamos la menina en dos partes

Por una parte, hacemos la falda en forma de campana, mediante planchas que, superpuestas y pegadas entre sí, toman la forma deseada y característica de las meninas de cerámica.

Por otra parte, hacemos la sobrefalda con el cuerpo y la cabeza de la menina de cerámica.

Esta segunda parte es la más complicada, ya que, como podéis ver, es la que contiene la mayor parte de los detalles.

Aquí es donde, la imaginación de cada uno, puede echarse a volar, el diseño de los trajes es lo más atractivo de estas piezas de cerámica artística.

Otra de las técnicas, muy bonita y sencilla, es la de utilizar telas de encaje para dar textura a los ropajes, cosa que hemos hecho en la sobrefalda de la menina de cerámica.

Una vez terminado de modelar el diseño, llega el momento de bizcocharlo, llamamos bizcocho a una primera cocción que prepara el barro para poder ser esmaltado, este bizcocho se hace a una temperatura que no supere los 980 grados, lo justo para cerrar el poro de la cerámica y poder esmaltar perfectamente.

Los esmaltes elegidos, son el azul ultramar mate, que hemos realizado en el taller, con una mezcla de óxidos colorantes y bases de cristal mate.

Este esmalte cerámico nos confiere una cobertura perfecta a modo de glaseado, no la podéis tocar, pero os aseguro que el tacto es delicioso.

Una vez esmaltada, llega el momento de cocerla, esta vez, eso sí, a su temperatura ideal, 1150 grados, la temperatura necesaria, para conseguir, que los esmaltes fundan perfectamente.

Pero no acaba aquí la cosa, en el taller de cerámica nos volvemos un poco más locos, porque en cuanto a meninas se trata, más es poco.

Tras la cocción de los esmaltes, se decidió aplicarle un tercer fuego, (tercera cocción), en la que, encima del esmalte cerámico, se dibujó un encaje dorado, echo enteramente a mano con un pincel de 10 ceros.

Y para darle otra vuelta de tuerca más, como si no fuera poco, ya sabéis que, en el taller de cerámica, también damos clases de restauración, por esa razón combinamos ambas disciplinas, para construir una base tapizada en terciopelo verde agua, que lleva incluido un marco a modo de cuadro.

Toda una instalación en miniatura, a modo de diorama, que ha hecho con todo lujo de detalles, nuestro alumno del taller de cerámica.

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