Una de las cosas más gratificantes de la restauración de muebles, es la recuperación de los sobres de las piezas.
Lamamos sobres, a la parte superior de los muebles, comúnmente denominados tapas.
Estas zonas, al estar más expuestas al desgaste, son más susceptibles a ser dañadas que el resto del mueble.
Ver paso a paso, la metamorfosis que se produce en el proceso de restauración, es una de las cosas más gratificantes que se pueden dar en este oficio.
También es cierto, que estas zonas, son las más difíciles de recuperar, pero lejos de asustarnos, en el curso de restauración de muebles, un reto nos resulta lo más divertido.
Para empezar este proceso de restauración, lo primero es limpiar bien la superficie, y lo hacemos con alcohol y estropajo.
Es muy importante eliminar todos los restos de barniz antiguo, y así trabajar con una superficie lo más limpia posible.
Utilizamos alcohol por dos razones importantes, la primera es que desinfecta toda la superficie de la madera.
La segunda razón es, que el alcohol evapora muy rápido, y no da lugar a la madera a empaparse de humedad, por lo que no se expanden las fibras, por lo tanto, tampoco da lugar a deformaciones.
Después de realizar esta primera limpieza con alcohol, raspamos la superficie con un cristal, con el fin de eliminar, de una forma más profunda, la parte dañada de las capas más externas del sobre.
Para finalizar el proceso de decapado, lijamos toda la tapa para pulimentar la superficie, así cerramos bien el poro, suavizamos al tacto y preparamos la madera para el barniz
Continuando el proceso de restauración, aplicamos de 6 a 8 manos de gomalaca, un barniz natural obtenido a partir del excremento de una mariposa.
Normalmente, con 6 capas suele ser suficiente, pero todo depende del estado en el que se encuentre la madera.
Dejamos secar entre 8 y 10 minutos entre capa y capa.
Pasadas 24 horas de aplicación de la última capa de gomalaca, pulimentamos la superficie con lana de acero, utilizando por orden de grosor el 1, 0 y 0´0.
Para eliminar, todo resto o pelillo de acero que haya podido quedar en la superficie, es muy eficaz pasar un imán.
Una vez pulimentada y limpia, aplicamos cera que hacemos nosotros mismos en el curso de restauración de muebles, a partir de cara de abeja, trementina, carnauba…
Una vez pulimentada y bruñida esta cera, podemos disfrutar de un resultado espectacular y que conserva todo su sabor antiguo.
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